Las fundas de sofá baratas son una gran herramienta para reconvertir un viejo sofá en un elemento moderno y decorativo en la sala de estar. Cada tipo de cuadro pide un tipo de sofá y viceversa y también unos colores y un estilo decorativo en general.
Vamos a ver cómo combinar las tendencias de sofás más actuales con los cuadros más especiales, consiguiendo así la mejor atmósfera para cada rincón de tu hogar.
Un sillón orejero con funda oscura para un cuadro clásico
Es ver un sillón orejero y pensar sin remedio en un buen libro. Una visión clásica que pide un tono clásico y oscuro para la funda que reviva al sillón orejero que tienes por casa. Sobre tu orejero, un cuadro clásico será lo más acertado, con una imagen costumbrista que haga que en ese rincón de la casa el tiempo no transcurra.
Los tonos de pintura para paredes más clásicos, como el beige, son perfectos para este conjunto, que combina muy bien con la madera oscura tanto en suelos como en resto de mobiliario.
Un precioso sofá estilo chester en tono crema para un cuadro impresionista
Qué tendrán los sofás estilo chester que tan de moda han vuelto a estar en los últimos tiempos. Aunque tienen un cierto aire clásico también encajan en los ambientes más modernos y son capaces de conseguir que tres generaciones de una misma familia estén de acuerdo en algo. Revive tu viejo chester con una funda en un tono crema o beige claro y coloca sobre el mismo un cuadro de estilo impresionista.
Esta pintura atraerá todas las miradas hacia esa zona de la sala que se convertirá en un lugar atractivo, moderno y a la vez atemporal. Para las paredes, un color gris claro azulado puede ser ideal para darle eses toque elegante que tanto exige el chester.
Un moderno chaise longue morado para un cuadro de inspiración pop
Recicla tu chaise longue en color oscuro con una funda clara, en un tono morado que aporte un aire más desenfadado. Sobre el mismo, un cuadro de inspiración pop con mucho color y luz. Verás como el conjunto queda realmente perfecto. Puede funcionar también con fundas de otros tonos, pero siempre atrevidas y desenfadadas, como por ejemplo el verde menta.
El resto de la sala puede decorarse en tonos de blanco y de madera clara, consiguiendo así una decoración muy fresca y muy atrevida para un apartamento juvenil.