Nos guste o no el arte, no existe un hogar en el mundo en el que, al menos, no haya un cuadro colgado de alguna de sus paredes. No importa si somos más aficionados a las pinturas al óleo o si, simplemente, ha sido un regalo de algún familiar en Navidad o cualquier otra época señalada.
Sea como sea, al igual que cuidamos los muebles, que protegemos nuestro teléfono o que tenemos especial cuidado con que el televisor no sufra ningún accidente que podría ser fatal, los cuadros deben de ser cuidados con esmero hasta conseguir mantenerlos durante el mayor tiempo posible con nosotros.
Por ello, a continuación hemos seleccionado una serie de consejos con los que conseguirás que tus cuadros permanezcan intactos como el primer día.
1- Escoge bien la ubicación
Los cuadros suelen ser unos de los elementos decorativos más sensibles al polvo, a la humedad y a cualquier partícula o elemento externo que podamos tener en nuestra casa.
Por ello, es importante que escojamos de manera correcta la ubicación sobre la que queremos que descanse. Es vital que evitemos los lugares en los que pueda recibir un impacto directo de los rayos solares, así como aquellas zonas en las que existe riesgo de tener una sobre exposición al polvo o a cualquier elemento que pueda resultarle dañino.
2- Guárdalos en lugares frescos
Si estás pensando en remodelar tu casa y no sabes dónde dejar los cuadros para que no se dañen con el paso del tiempo, es importante que escojas ubicaciones frías y secas.
Si nos decantamos por zonas en los que existan a su alrededor aparatos electrónicos enchufados o dónde, por su ubicación, puedan tener una temperatura demasiado elevada, la pintura de nuestros cuadros puede verse demasiado afectada.
3- Limpieza
Por su exposición, los cuadros suelen almacenar una cantidad de polvo mucho mayor a cualquier otro elemento de nuestro hogar. Es importante que, si queremos conservarlos durante una buena cantidad de años, los limpiemos tanto como se merecen.
Un simple paño seco será necesario para quitar el polvo y todas las partículas que se hayan depositado en él.
4- Aléjalos de la calefacción el aire acondicionado
Los cambios de temperatura son los máximos enemigos de los cuadros. Trata de, en el momento de escoger su ubicación, alejarlos por completo de los aires acondicionados o de las calefacciones.
Los expertos sitúan la temperatura sobre la que debe de descansar el cuadro en una cifra en torno a los 19 grados, sin embargo, lo importante, más que la temperatura como tal, es que ésta permanezca estable y no sufra grandes variaciones.
Tanto los excesos de calor como de frío pueden tener importantes consecuencias para la conservación de nuestros preciados cuadros.
5- Huye de las chimeneas
No tanto por los cambios de temperatura como por los humos que salen de ellas, las chimeneas y los cuadros son grandes enemigos. Basta con colocar un cuadro encima de la entrada de una chimenea para que en cuestión de semanas comencemos a notar como la pintura se vuelve más oscura que nunca.
Además, volver a su estado original una pintura que ha estado afectada por una salida de humos es una tarea que solo los profesionales más expertos serán capaces de realizar con éxito.
Los cuadros son uno de los elementos decorativos más populares en todo el mundo. El valor de algunos de ellos no tiene por qué estar relacionado con el precio, sino que los hay que han pasado de generación en generación o que nos los ha regalado alguno de nuestros mejores amigos.
Cuida tus cuadros como se merecen: de tus cuidados dependerá su futuro.